Receta para evitar desilusiones.

Soy de esas que se confunden y creen que pueden hacer feliz a todo el mundo.

Nota mental: Hay gente que no necesita que la hagan feliz, a otros le vendría bien pero no lo quieren y con otros simplemente no se puede hacer nada.
La desilusión de no poder hacer feliz al otro puede someter a un sentimiento de decepción con uno mismo. Ese sentimiento corrompe a la persona que lo sufre, baja su autoestima y comienza a desarmarla desde adentro hacia afuera. Pero es evitable: Sólo se debe eludir todo sentimiento positivo. También es crucial dejar de confiar en la gente y encerrarse en uno mismo. Olvidar a todo aquel que se haya acercado alguna vez y no dejar que se acerque nadie nuevo. Restringirse a unas pocas relaciones que no superen el triángulo familiar directo-uno mismo-círculo íntimo de amistades. Y seguir mirando para adelante, siempre. Porque mirar hacia atrás es aferrarse al pasado.
Y no se debe estar aferrado a nada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario