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acá y allá

acá en el medio siempre queda algo por decir
siempre hay algo más para decir
salvo
salvo cuando se clava ahí
salvo cuando duele

cuando duele no se habla

cuando duele, el silencio se vuelve un mejor amigo
una compañía abrazante
                      alucinante.

Yo
yo lo sentí
sentí la necesidad de hacer ruido
de hacer y deshacer
de desechar
de envolver y romper
de crear y amar
resucitar, recitar
matar, morir
envenenar.

Yo,
yo sentí
que tenía que poner las venas arriba de la mesa
mostrarlas
violetas
para que se den cuenta
que la sangre corre por ahí
y que si quieren matarme
deben cortar allí.

Yo...
Yo lo hice,
me entregué
me arrodillé
nunca suplicante
como quien se rinde ante su dios
como quien entrega su alma sin pena o dolor.
Me entregué y vi 
como mi dios se arrodillaba
también ante mí
lo ví, de igual a igual
se bajó de aquel altar
me miró a los ojos
que reflejados en los suyos brillaban 
que reflejados en los míos brillaban
como estrellas
como espadas
y
y yo
yo sentí
yo viví
yo descubrí
yo entendì
lo que es el amor.

{entonces, quizás, el amor se trata de esa entrega, de rendirse, dejarse hacer y deshacer, dejarse manipular, arrodillarse y entregarse, pleno. Y que, sin embargo, aquel otro no pueda aprovechar esta rendición para hacer y deshacer, para manipular y moldear en uno, porque se encuentra indiscutiblemente en la misma posición, la misma condición, arrodillado y rendido por igual}

Del silencio.

Me decido
yo no pertenezco a este mundo
yo soy de afuera, de la materia, de las estrellas

soy del silencio
porque es el único que me responde.

II

enredada en la dureza de tu vaho
vehemente la piedra en tu cara
olfatear delicias entre las rodillas
mecerse en el lecho del cuerpo ajeno

ahí morir
no sentir más
improvisto de detalles
mundo superfluo quisiera acabar
con vos
con el mundo superfluo

esperar recompensas de los días y las noches
y que vengan
pasen por mi cara de fragmento recortado de una historia inconclusa y sin sentido
y se vayan
así, sin más, escapando del minuto que persigue
y que el tiempo se burle de mi cara de fragmento remendado con historias inconclusas sin sentido

I: El sentimiento.

de piedra no el corazón
sino la cabeza
porque con él no piensa
con ella siente

el sentimiento es otro pensamiento más
pura la desgracia en la que emerge
aunque espontáneo
aunque emoción
aunque descontrol
es imaginación

es desgracia que emerge

Disputa.

Amar:
Inteligentemente pero con locura.
Con la ferocidad de la que es capaz el corazón cuando recién descubre lo que es amar.
Con la intensidad del mejor de los orgasmos y con la paz de los movimientos un sauce cuando el viento tranquilo de abril hace bailar sus débiles ramas con suavidad.

La pasión, si no se saca de adentro, no es pasión: es miedo. Guardar, acumular, coleccionar deseos, gustos y amor son actos dignos de cobardes, de personas que no dan rienda suelta a sus sentimientos. Toda pasión reprimida converge en el temor. Sentir requiere cierto grado de valentía porque lo efímero de las emociones hace que la desconfianza aparezca, acechante, lista para plantear dudas que inmovilizan el accionar y el sentir humano. La duda es la maleza del sentimiento. Sin embargo, es la semilla del pensamiento. Este carácter contradictorio confluye en una disputa que detiene el fluir emocional, simplemente porque hace que uno comience a pensar acerca de lo que siente. Racionalizar lo espontáneo inevitablemente nos lleva al camino de la espera. El sentimiento y el pensamiento tienen dos tiempos diferentes dentro del tiempo de nuestra mente. El primero fluye al igual que nuestra vida: el sentir es espontáneo y contemporáneo a lo que nos sucede. En cambio, por lo menos para mí, el pensamiento se da anacrónicamente: los momentos de análisis construyen un paréntesis a nuestro al rededor. Por más de que el planeta siga girando, el que logra la completa abstracción a la hora de reflexionar podrá comprobar que las cosas no suceden ni cambian su curso mientras estamos pensando. Es por esto que el uso de expresiones tales como "se detuvo a pensar" o "a reflexionar" o "a observar" son tan comunes. Por el contrario, nadie se detiene a amar, ni a reír, ni a perdonar porque esas cosas nacen y se dan. Emergen desde nuestro interior casi sin control, hacia la superficie que tiene contacto con el mundo externo. Sólo nosotros mismos, en un momento de racionalidad, podemos detener el florecimiento. La represión es el acto de sostener los sentimientos en nuestro tórax (la cárcel corporal metafórica del ser humano). Pero no hay represión que mate. De hecho, ella alimenta la pasión. Y la pasión, alimenta el sentimiento.
Se reprime por miedo. La represión genera más inseguridades, que destruyen cada pulsión emocional. Estas pulsiones son las que nos llevan a la acción, a la decisión o al pánico. Y el pánico paraliza. La parálisis deja espacios en blanco. Los espacios en blanco son vacíos. Los vacíos, principalmente los del alma, provocan inseguridades. Y aquí vamos de nuevo: la inseguridad nos reduce a pensar qué haremos con nuestros sentimientos. Y cuando uno piensa en lo que siente no lo deja salir, única y exclusivamente por cobardía.

Objetivo.

desestructurar las estructuras primordiales del círculo correlativo de la vida
(pésimo
asqueroso
hundido tan al fondo que se hace pantano y luego muerte)


Y no habrá más remedio.

Sabrás salir de mi pecho con fuerza prepotente. Yo te tengo guardado, adentro, oculto. Mis costillas saben ser rejas para todo lo que quiero, lo que deseo, lo que amo. Todo está junto, encerrado, amontonado y unido. Pero vos sabrás abrirte paso entre mi garganta o mi vientre, irás descorriendo todos los velos oscuros que me puse por adentro para tapar angustias, le harás ver la luz a todo lo que estuve escondiendo de mí misma y mi tórax será una caja de recuerdos y no un baúl lleno de basura. Vos, vos sabrás ser esa fuerza que necesitaba para sacar todo, para despedirme de todo lo que hay en mí, para no olvidar pero para superar. 
Sabrás ser lo que quise ser yo, lo que quiero que me complete, lo que sos. Sabrás escalarme desde mis raíces hasta mis galaxias y entenderás (sabrás entender) que no queda otra opción que hacerte cargo de mí, ser mi camino, mi apoyo, mi mitad. 
Sabrás abrirte en dos como supe hacerlo yo, dejarás tu coraza de lado como me obligaste a mí, sin querer o queriendo, todavía no sé. Y no habrá más remedio que saber ser, juntos. Porque supimos ser risa, abrazo, sexo y felicidad pero nunca supimos ser el otro. Y ahora seremos lo mismo, una fusión plena y pura de dos almas que no se buscaron nunca pero se encontraron igual, y a las cuales no les queda más remedio que amarse.

De frente manteca.

Empujame
tirame al fondo de una fosa
dejame ahí, no me busques más
no me quieras sacar
no me quieras hacer bien

Maltratame
decime con crudeza todo lo que me odiás
no me toques, no me acaricies
no me beses nunca más

Matame
desde adentro hacia afuera
dame razones para querer encerrarme
dame razones para no aferrarme
y para querer dormir abajo del agua

Desarmame
reíte de mis pensamientos
burlate de mí
convertime en una persona depresiva
no me des ni una palabra de aliento

Pero nunca jamás me mientas.


Decime la verdad
Decime una verdad que duela
que hostigue, que me acorace, que me haga llorar
que me convierta en mar y en roca
que me sede y me torture.
Te perdono todo, no me enojo
o te dejo libre, o me alejo
o te acompaño, o te ayudo

Lo que quieras
pero no me mientas.

Familia.

Se cae al suelo en cámara lenta, se raspa las manos,
se parte la cabeza contra una piedra en el piso.
El aire se condensa, la aplasta y la asfixia.
Llueve, el viento la azota,
todo se convierte, todo se transforma.
De repente, un río.
De repente, flota.

Y sin rumbo se encuentra este cuerpo sin alma
vagando, salando las heridas
llorando que sí, que no, que todo, que nada
que no tiene lo que quiere pero lo tiene todo:
es que lo quiere todo.
No se puede así.
No se puede de ninguna forma,
no se puede más.

Y una masa, una fuerza
se adueña de ella,
no la deja actuar, no la deja ser.
Le pasa por nacer,
por pensar, por no creer,
por querer irse, cambiar, convertirse.

Y una voz cansada pero firme
característica de la adultez le dice
así no, nena
así no, así: como te digo yo.
Si sos diferente, no sos más.

Agujero.


viento
tiempo
vórtice trigonométrico
remolino caucásico
lleno de vos
lleno de nada
lleno de palabras que no invocan
                          que no sienten
                          que no callan
¿Qué será de mí si no acudo a tu recuerdo?

La nada.
Sos todo hoy.
No hay otra cosa más allá del abismo
después de tus besos.

Vos. Alma. Pena. Árbol. Llanto.

Sube. Sol. Línea. Arriba.
El cielo, la voz, la canción; el viento.
No llores, no grites. Escuchá,
que el silencio tiene mucho para decir.
No pienses, no esperes.
Mentira,
sí, pensá.
Pensá porque sino después te duele.
Todo tiene consecuencias. La consecuencia de vós es este vórtice.
La concecuencia de este vórtice va a ser otro vós.
Vos. Alma. Pena. Árbol. Llanto. Amor.
¿Amor dije?
Se acabó.

¿Algún día me vas a decir algo?
Yo te digo mi todo.

O mejor no me hables más.
                                          Siento odio.

Perdón y gracias.
                         Me voy a olvidar...
      (lo que va a pasar)                                 (lo que quiero que pase)
   De todo lo que pienso                                               De vos.
    en este momento                      
  del odio, de las ganas                    
de no verte más.                            



No sé si te estoy amando de antemano...

Superfluo.

¿Por qué buscar la aceptación de las masas, del contingente de personas que van y vienen, del cúmulo de seres sin espiritualidad ni emoción?
¿Por qué queremos ser parte? Si el verdadero sentimiento de totalidad se percibe únicamente con aquellas personas con las cuales se nos abre el pecho en dos, como si nuestro tórax fuese un capullo floreciendo, y se nos yergue la moral y la autoestima. Aquellas que logran sacarnos el monstruo de adentro y que no le temen, aquellas con las que se logra la fusión con el todo: el ambiente se transforma en una parte nuestra, los ecos de risas y llantos son el aire que respiramos y del cual vivimos, y los momentos se componen de la extraña y perfecta coacción de lo vivido, las memorias, los tesoros y el presente. No hay más sombras y aunque ellas estarán esperando fuera de la habitación, están tan lejanas que casi no se sienten.
¡Que nos estallen las bocas, el pecho y el vientre! ¡Que nos estalle todo lo que pensamos, sentimos y somos! ¡Que se haga trizas todo y que no podamos volver a ubicar las astillas de nuestro pasado! ¡Basta de relaciones superfluas, afines, y vamos por aquellas indómitas, hermosas, concretas, fuertes! Que no existan más las carcajadas fingidas, pero que exista esa risa que sale de adentro, de nosédónde, de cuando estamos solos y estallados. Que no me mientan, que no me hostiguen. Que se despabilen los neuróticos seres de amor, que se den cuenta que estamos hechos para la vida, y que la vida no es nada si no es con vos. Con todos. De a dos. Sintiendo que tenés un hombro esperándote, sea para lo que sea: para llorar, para recostarte y que te bese, para descansar, para sonreír, para callar. Porque sea lo que sea, amistad o no, pareja o no, vos o yo, que te estén esperando es la única solución para querer seguir. Porque, en definitiva, a nadie le gusta del todo su vida, pero si se la está compartiendo con alguien, vale la pena vivirla.

Alejandra dijo:

(sacado de contexto)

...Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.

Conquista

Y algún día
voy a escalar tu cuerpo
como si fueras un risco
(empinado y peligroso).

Y cuando esté en la cima
voy a clavarte una bandera
y voy a reclamarte
como mío.

Perfume.

Líndo como vos
cuando llegaste a desenredarme los ojos
y a enredarte a mi alma.
Llueven a cántaros
mis ganas de aferrarme
desconsoladamente
a tu cintura

para no irme más con el el tiempo, para estar agarrada a algo y que no me lleve el viento.
Desde la cabeza
hasta los pies
desarmarte tu mundo
prestarte mis alas
regalarte mis mares
serenos, de calma
y de repentina rabia,
casi fugaz
pero lo suficientemente consistente
como para aplacarte un poco
y que me sigas el ritmo

(no te apures, no envejezcas de golpe, no acabes con esto -ni con nada-. Es demasiado pronto, tenemos muchas vibras por delante, muchos juegos, caricias y muchos otros amantes)

dale, sigamos
seguíme
sentíme
(casi como yo te siento
o un poco más también)
y después date vuelta
vestite y andate
despedite antes
pero dejame.

Universál.

De viaje a otra galaxia me fui
y entre estrellas me perdí.
Ahora estoy bien, no estoy acá.
Estoy, más bien lejos:
en el E s p a c i o S i d e r a l .



Azul profundo (no veo más que eso y unos pequeños destellos plateados).
Nado (o floto, no sé bien).
Estoy intentando definir la contextura del infinito mismo, mas no puedo.
Será que el Universo lo es todo (líquido, sólido, gaseoso. Materia, alma y sentimiento).

Yo soy del Sól y de nadie más.


Soy energía que guardada no sirve de nada. Libre seré mejor.


Y no me importa ni esta ciudad ni su aire gris, sé que en algún momento me voy a ir.