Días de llantos.

Cuando no me ves lloro.
Lloro las ganas de verte, lloro la impotencia que me genera que me ignores así. Lloro porque no sé si creerte que me amás, lloro porque no sé si me amaste hasta ahora. Lloro porque tengo miedo de repetir historias, lloro porque esas historias fueron pesadillas. Lloro porque fui feliz durante mucho tiempo y sin descanso hasta el día de hoy, lloro porque me sentía bien.  Lloro porque no me ves, lloro porque te extraño. Lloro porque nada de ésto tiene demasiado sentido y sin embargo me desató una cantidad fenomenal de emociones que me escandalizan la vida, lloro porque sí. 
Lloro porque creo que con esto me estoy yendo a la mierda.

Brotan lágrimas suavemente. No es un llanto espasmódico, ni con desesperación, ni con ruido, ni gritos ni angustia. Simplemente comienza a salir, muy de a poco, todo lo que reprimí durante estos últimos días: más que nada, expreso mi miedo.
Miedo a perderte. Miedo a que te vayas, a que me dejes. Miedo a que me destruyan de vuelta. Miedo porque no voy a aguantar otro fracaso. No puedo. No me da más el alma.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario