"¡Amén!" grita.
Grita, grita, grita.
Siempre grita, siempre llora.
Siempre reza.
¿Es que nunca se calla esta mujer?
Más fuerte, más fuerte,
a ver si para de gritar.
Más fuerte, más grita.
Más lento entonces,
más despacio.
Y me grita que quiere más.
Le hago caso para que no me siga gritando
y empieza a rezar.
Y no acaba hasta que acaba.
"¡Amén!" girta.
Se acabó, pienso yo.
(Gracias... ¿A Dios?)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario