Creo que me voy a Jujuy.

Desprenderse de todo porque así te lo sugiere el corazón.
Desprenderse de la ropa, de los malos sentimientos, de las ganas. 
Desprenderse de las cosas que se tocan, lo real, lo material.
Desprenderse de algunas ideas, o de todas.
Desprenderse de los paradigmas, los arquetipos, las imposiciones.
Desprenderse de la gente, los conocidos, los desconocidos.
Desprenderse del propio cuerpo y de la propia vida.
Desprenderse de todo lo que siempre se buscó para poder encontrar cosas nuevas.


Y quedarse con un pedacito de papel, una pluma o un lápiz.
Quedarse con la pasión.
Quedarse con eso en lo que creemos a pesar de no verlo.
Quedarse con las fantasías y los sueños entretejidos bien cerca de la mente.
Quedarse con las ocurrencias, los ideales propios y lo aprendido.
Quedarse sólo con quien nos sonría.
Quedarse con nuestra alma, intacta, profunda, serena.
Quedarse con lo que uno encuentra sin la ayuda de nadie, quedarse con lo que uno sabe que le hace bien, quedarse con la alegría del otro para alimentar la propia.

Lo extraño de extrañar.

Un viaje en el 203 vacío desentrañó un par de pensamientos muy profundos, muy míos, muy reales. Mirando por la ventanilla las calles que ya conozco de memoria, esta vez empapadas por la lluvia primaveral, pensé acerca de todas esas cosas que se piensan con la melancolía característica de las noche de lluvia. Y enredándome y desentrañando momentos, me dí cuenta que no puedo recordar ni una vez en mi vida en la que me hayan dicho un "te extraño" que en mí haya despertado más que un "yo también" casi automático, escupido sin pensar. Nunca un "te extraño" significó algo para mí, nunca me inspiró nada, nunca esa frase me llegó al corazón. Realmente, no creo que nunca nadie me haya extrañado.
Yo soy de extrañar mucho, no debería extrañar tanto, lo sé. Pero, sin embargo, lo hago. Es que para mí las personas se vuelven indispensables muy rápido. Y digo las personas sin tener en cuenta a los sentimientos y a las sensaciones: hoy, por ejemplo, extraño reírme mirando al cielo, extraño el aire compartido, extraño el calor corporal.
Me planteo si seré una persona "extrañable", si alguien me habrá extrañado alguna vez en su vida y por qué razón lo hizo. Es que no entiendo por qué mis "te extraño" son tan fuertes, tan de verdad, ni por qué todos los demás me suenan tan vacíos, quedan como ecos resonando en mi cabeza (no en mi corazón, en donde los siento yo cuando los digo).

Cambió la suerte en el puticlub.


Queremos que nos extrañen
que nos digan que somos mejores
y que nos escriban una canción
tan buena (o incluso mejor) que la que me pasaste
(esa de Los Redondos).

Mientras tanto siento que a mi cama la sobra un espacio y a mi cuello le faltan suspiros.

¿Me equivoco?

Puedo ver cada uno de mis defectos en vos: el autoritarismo repentino que nos sale en contraposición con la aceptación constante, la poca paciencia frente a ciertas actitudes, la violencia tan reprimida detrás de la máscara de desfachatez y el poco pudor parra decir las cosas. Porque así es como debe ser ¿no? Las cosas dichas como son, con poca vuelta y tremenda crudeza, lo que a algunas personas puede resultarle doloroso o equívoco, pero que para nosotros es una de las leyes básicas de la vida. ¿Para qué garabatear las oraciones, metaforizar cada expresión y hablar en prosa? Si, al fin y al cabo, la gente que lo hace termina por no entenderse, porque las poesías cada uno las interpreta como quiere, como le sale y como le surge. Pero si vamos a hablar entre nosotros y nadie más de sentimientos, no quiero que los malinterpretes, ni que no nos entendamos, ni que entre metáforas nos perdamos. Todo simple y claro, así es mejor. Dicho como se siente a flor de piel, sin decoraciones, sea bueno o malo, sea amor o destrucción.

Entrada sin sentido alguno más que compartir estas fotos:

Parece ser... 


...que estoy entre...


... l u c e s .

Universál.

De viaje a otra galaxia me fui
y entre estrellas me perdí.
Ahora estoy bien, no estoy acá.
Estoy, más bien lejos:
en el E s p a c i o S i d e r a l .



Azul profundo (no veo más que eso y unos pequeños destellos plateados).
Nado (o floto, no sé bien).
Estoy intentando definir la contextura del infinito mismo, mas no puedo.
Será que el Universo lo es todo (líquido, sólido, gaseoso. Materia, alma y sentimiento).
No soportar. De eso se trata todo. No soportar tener que venir al coelgio, no soportar que las clases sean una mierda, no soportar que la gente sea tan estúpida o falsa o mentirosa. No soportar el mal humor que tengo gracias a todos eso. No soportar las idas y vueltas de algunas personas, ni los lamentos constantes de otras, ni los ruidos molestos. No soportar a casi nadie. No soportar nada, porque de un día para el otro la señorita se convierte en un ser frívolo e irritable, trata mal a la gente y se encierra en sí misma sólo porque no quiere superar una necesidad carnal abrumante, casi asquerosa y muy violenta.

Todo se soluciona con sexo. Todo: la frivolidad y la irritación y, por ende, el mal humor, que finalmente concluye en comenzar a soportar, mirarse el ombligo y ser feliz igual.